Hola a todos.
De nuevo, veremos hoy el diario de Ricardo. ¿Qué secretos esconde en el fondo de su corazón? ¡Vamos a descubrirlos!
17 de febrero de 1825
A veces, la mente me hace una mala pasada.
Tiempo atrás, creía que mi vida había acabado. Sé lo que es sufrir por amor.
Me digo a mí mismo que tengo que sincerarme con Claudia. De la misma forma que me he sincerado con Dafne. Decirle a Claudia la verdad. Que tengo un pasado.
Han pasado dos años desde entonces. Las heridas que me hicieron ya han cicatrizado.
No han desaparecido. Cuando se sufre un desengaño, esas heridas tardan mucho tiempo en desaparecer.
En mi caso, están desapareciendo. Claudia se encarga de curar mis heridas. Es un bálsamo para mi alma. Pero su presencia me quema y me abrasa. Igual que el fuego...Es algo que no había sentido antes.
Me han rechazado antes.
Lloré mucho.
Deseé morirme.
Bebía mucho.
Augusta temía por mí. Intentaba taparme ante nuestros padres cuando yo regresaba a casa completamente borracho.
No llegué a tocar fondo. Mis padres murieron en aquel estúpido accidente. Augusta se vino abajo. Me tocó a mí hacerme el fuerte.
Mi hermana me necesitaba. Tuve que dejar mis penas de amor a un lado. Augusta no es fuerte. Me necesitaba. Debía de cuidar de ella. Tenía que pensar en ella.
Para entonces, Claudia estaba a mi lado. Ella era la única que me hacía reír. Era la única capaz de consolarme.
Tengo a Claudia. Ella está conmigo. Nunca me abandonará.
Me moriré si pierdo a Claudia.
Perder a Claudia me haría más daño del que sufrí todas las veces que me rechazaron. Así es como lo siento.
Pobre Ricardo, me ha dado tanta pena esta parte, cada vez me agrada más, pensar que ha pasado por tanto...
ResponderEliminarEspero que su historia y la de Claudia tengan un final muy feliz.
Besos.