martes, 15 de enero de 2013

UNA BRISA SUAVE

Toda historia tiene que tener un título. Hasta un conjunto de microrrelatos tiene que tener un título.
Una brisa suave es el título que he escogido para esta historia.
Aquí os dejo con el primer capítulo de este conjunto de microrrelatos. Espero que os guste:

1 de febrero de 1825

                 Nos reunimos todos a la mesa del desayuno alrededor de las ocho y media de la mañana. En esta casa vivimos cinco personas. Hace unos días que mis primos Augusta y Ricardo se vinieron a vivir con nosotros. Mis padres no han querido contarme los motivos por los cuales ellos están viviendo aquí. Por lo que he podido saber, según cuentan los criados, Augusta y Ricardo están pasando por apuros económicos.
                Le doy un beso a Ricardo cuando entro en el comedor.
-Buenos días, primito-le saludo.
-Buenos días, primita-me devuelve el saludo.
               Unto mantequilla en una tostada. Le doy un mordisco. Augusta bebe un sorbo de su vaso de zumo.
-¿Cómo has pasado la noche, prima?-le pregunto.
-No he dormido nada-responde Augusta-Echo de menos mi cama. No estoy acostumbrada a dormir fuera de casa. Y...
-Ahora, ésta es tu casa, querida-interviene mi padre.
-Mi casa...
               Ricardo muerde su tostada untada con mantequilla.
              Mi padre se esconde detrás del periódico.
-¿No estás contenta de vivir aquí?-le pregunta mi madre a Augusta.
               Miro a Ricardo. Él y Augusta han pasado largas temporadas viviendo con nosotros. De igual manera que yo he pasado largas temporadas en su casa. Pero esta vez es distinto. Esta vez, tienen que quedarse a vivir de manera permanente con nosotros.
-Todo cambiará cuando me case-anunció Augusta.
-Ya tienes veinticuatro años-le recuerda Ricardo.
               Ella le fulmina con la mirada. A los veinticuatro años, es muy difícil que una joven encuentre un marido.
-¡Me casaré con un buen partido!-asegura Augusta con mucha vehemencia-¡Con un conde!
                Yo disimulo una sonrisa. No creo que Augusta se vaya a casar nunca. Como dicen las matronas, se va a quedar a vestir Santos.

2 comentarios:

  1. Me gusta el título, y me gusta también este tipo de narración, que no es muy común, pero que atrapa.

    Besos.

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  2. Uy como siempre me atrapas en tus historias, adoro el titulo

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