viernes, 29 de agosto de 2014

UNA BRISA SUAVE

DIARIO DE LA SEÑORITA CLAUDIA BALLESTER

1 DE JUNIO DE 1825

-¡Ricardo es un imbécil!-brama Augusta entrando en la biblioteca-¿Te puedes creer lo que ha hecho? Vengo de casa de Dafne. 
                          Yo estoy sentada en una silla de la biblioteca intentando leer el libro que tengo en mis manos. Se trata de los Epigramas, de Marcial. 
                           Estoy intentando leer el epigrama que ha dedicado a un tal Diaulo. O algo así...No puedo fijarme bien en las letras. 
-¿Qué ha ocurrido?-quiero saber. 
-Ricardo le ha dicho a Dafne que no está enamorado de ella-contesta Augusta, furiosa-¡Le ha contado que está enamorado de otra mujer!
-¿Ha mencionado mi nombre?
-No lo sé. Dafne no para de llorar. 
-¡Pobrecilla! Lo siento mucho. 
                           Augusta camina de un lado a otro de la biblioteca. Me veo obligada a dejar de leer. 
-Ricardo me ha pedido varias veces que nos vayamos juntos-le cuento-No sé qué hacer. La dispensa puede tardar mucho tiempo en llegar. Mi vientre no para de crecer. Voy a hacer mi segunda falta. ¿Qué quieres que haga?
-No habéis debido de enamoraros mi hermano y tú, prima-contesta Augusta con tristeza. 
-Pero nos amamos. 
-Lo sé. 
                             Augusta suspira. 
                              Se detiene enfrente de mí. 
-¿Cómo estás tú?-le pregunto. 
-Me siento cansada-responde. 
                             Es verdad lo que dice. La veo más delgada. Profundas sombras surcan sus hermosos ojos de color topacio. Está más pálida. Me siento culpable porque parte de ese sufrimiento se lo está ocasionando mi relación clandestina con Ricardo. 
-No me pidas que renuncie a Ricardo-le pido-He intentado mantenerme alejada de él. Y no puedo. ¡No puedo ni quiero alejarme de él!
                           Augusta alza la vista al techo. 
                          Se pone de cuclillas ante mí. Desea entendernos a Ricardo y a mí. Pero hay cosas que no logra entender. 
                           Me abraza. 



-No debes de alterarte-me aconseja-En tu estado, eso no es bueno.
-Estoy muy nerviosa-admito-No sé qué hacer. Tengo mucho miedo.
-Pues debes dejar el miedo a un lado. Al bebé no le hace ningún bien.
-Eres muy buena, prima. 

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